P O E S í A /// P O E S í A

//COMUNICACION SOCIAL //
//PERIODISMO // NUEVAS TECNOLOGIAS // ACTUALIDAD // CINE //
//ARTE Y DISEÑO // PUBLICIDAD//
//L I T E R A T U R A//

He naufragado en un mar de recuerdos.

Ante el futuro incierto, busco en el presente
al que soy. Hoy ya no es ayer.
G.D.

Estar ROTO DE AMOR, duele.

G.D.

viernes, 31 de octubre de 2008

Periodismo


"Sentidos Capitales"

¡Despacho Urgente!: Hallazgo Científico Local. Confirman que el sentido menos empleado
es el Sentido Común...


Dotado de varios sentidos, el Hombre -a lo largo de la historia- ha despreciado unos y privilegiado otros. Un buen periodista debe valorarlos a todos y agregar otros.
Si el Sentido Común es el menos empleado por la Humanidad, no hay tiempo que perder...
Según un grupo de científicos locales, los sentidos se han vuelto esenciales para el correcto desempeño de la profesión.


Mirar...para poder observar y comprender. Para descubrir lo apenas insinuado y "ver" lo que otros no pueden.
Escuchar...para aprender de los otros y guardar sus reflexiones, ideas y opiniones. El ejercicio de "saber oír" entrena el alma y la percepción.
Olfatear...parece absurdo, pero no es así. Tener buen olfato orienta en la naturaleza, entre las personas y, asociado a la curiosidad, lleva al desarrollo del "olfato periodístico": un pálpito orientativo que indica los caminos y personajes que transitar.
Paladear...no es el mero gusto por algo sabroso. Implica elaborar un matiz degustativo por la noticia y... el mejor estilo. Un paladar apto y pronto a descubrir sabores donde otros solo encuentran hechos insípidos. Experimentar el gusto por la verdad, el ser solidario y lo bello jamás te defraudará.
Acariciar...el tacto, claro que es importante. ¿Qué haríamos sin él? Nos permite experimentar en lo concreto, hurgar y hasta (en sentido metafórico) "actuar con diplomacia"; sin miedo a abrazar y mirar a los ojos cuando el otro (el prójimo) lo necesita, estarán haciendo un buen uso de lo táctil.
Razonar...si no se detienen a pensar y analizar lo que deben comunicar, el poseer los otros sentidos no les garantizarán éxito en la tarea profesional. La fase intelectual de la elaboración de un mensaje es vital. Capacitarse, investigar y cuestionarse implica crecer, dudar y volver a empezar; reinventarse para no repetirse.
Sentir...(y pensar que viejos maestros dijeron que los periodistas no podían sentir) no se trata de andar llorando por los rincones. Se trata de ubicarse ante el hecho y la gente, con compromiso, decisión y argumentos. ¿O el destinatario y el emisor, finalmente, no son personas sensibles...?

Amar esta profesión es dedicarle tiempo y pasión. No engañar ni engañarse. Ser responsable, hoy, pide eliminar prejuicios y defender derechos fundamentales para que la libertad y la justicia no sean letra muerta.
Que así sea.
(2005).
Fotografía: Gustavo D´Orazio, periodista y docente.

WEB 2.0



Lo interactivo y la nueva publicidad

Nada será igual. Los cambios se perciben ya y se plasman vertiginosamente en el mundo publicitario. La Argentina no está al margen.
Los blogs aumentan; la telefonía celular y las conexiones de banda ancha, también .
Navegar desde casa o un locutorio es parte de una rutina esencial para saber qué pasa, entretenerse y hacer amigos virtuales.
Poseer dirección electrónica es mucho más sencillo que tramitar el cambio de domicilio, tras una mudanza.
Páginas tradicionales, con banners y despliegues multisensoriales, conviven con todo el potencial de la última generación de sitios (propios de la publicidad y el diseño 2.0, “on line”), donde la interacción y la personalización instalan vínculos y zonas especiales para quienes creen en esos enlaces y nuevos modos de darse a conocer y ser. De ser seducido y comprar. De dar paso al ocio creador de este siglo, combinando entretenimiento, información y amistades cibernéticas.

Micromedios muy poderosos

Los blogs y los fotologs se cuentan en millones. Las comunidades o redes sociales que se gestan en la web, intercambian puntos de vista, opiniones, valores y fantasías.
Las agencias de publicidad y marketing no pueden descuidar este microcosmos que amenaza con expandirse más y más. Un big bang de ideas (y pasos a cubrir) que los creativos y especialistas en comunicación auscultan e intervienen, para acompasar estas novedades que logran segmentar más aún el mercado, redefiniendo los alcances del contacto directo.
Conviven con estas propuestas, las acciones de marketing viral o de guerrilla, mediante estrategias poco habituales y más artesanales, cruzándose con performances y desarrollos en la vía pública -por citar algunas de las especies- que atraen y logran su objetivo: impactar en el público y despertar su deseo de compra.
Para este nuevo mundo, para las actuales tecnologías y modalidades de comunicación deben prepararse los publicistas de hoy…porque el futuro ya es parte del presente, y lo que vendrá llegará rápido.

Publicado en la Revista HABITADD, DICIEMBRE DE 2008.

Recuerdo




Regreso a la Luna


Yo estaba fascinado con el acontecimiento. A los siete años, en aquel lejano 1969, las galaxias y los viajes espaciales despertaban el interés de casi todos los niños.
Se leían las revistas “Anteojito” y “Billiken”; se coleccionaban enciclopedias estudiantiles y, desde hacía bastante tiempo, el mundo esperaba la noticia. Todo era posible en la llamada Era Espacial. Los libros de texto desarrollaban nuestra imaginación con figuras celestes, estrellas y planetas (recuerdo “Conocimientos en Acción”, de editorial Kapeluz); las maestras hablaban de ello y la TV argentina anunciaba el lanzamiento de la Apolo XI con Mónica Mihanovich (todavía no se la identificaba como Cahen d´Anvers, aunque siempre lo había sido) en Cabo Cañaveral, EE.UU.
Se esperaba el alunizaje con entusiasmo, algo de desconfianza y mucha intriga. “¿Para qué ir hasta allí; ocasionarán algún trastorno a la Tierra y a sus habitantes...?”, llegaron a preguntarse hombres y mujeres más preocupados por el devenir cotidiano que por el publicitado “avance de la Humanidad”.
Sin embargo, bajo ese rótulo lo anunciaron al mundo haciendo flamear la bandera de USA en el suelo lunar. Julio Verne y otros, hubieran quedado satisfechos.
Yo, como tantos compañeros de la escuela y de la cuadra donde vivía, guardé el interior de un chocolatín “Milkibar” con la fotografía de la pisada de Armstrong agigantada, y seguí soñando con ser astronauta.

Años después

Pasaron 35 años de aquel prometedor 1969. Veo la Luna desde Tres de Febrero, entre Ciudadela y Caseros, y si bien no es la misma de mi infancia, se le parece.
Mis sueños y mi historia han cambiado. Soy periodista, docente; tengo dos hijos y una esposa que también regresa a ella, cada tanto, cuando la evoca desde su memoria, compartiéndola con su madre y hermano, todos juntos, ante el televisor blanco y negro.
Jamás ingresé a un simulador de la NASA y menos a una nave espacial. Entre tantos homenajes y tributos a la Luna, como a la hazaña de recorrerla y caminarla, quise hacer el mío propio, sin explicaciones científicas ni justificativos sociopolíticos.
Más romántico o lírico; como lo han hecho decenas de artistas plásticos, escritores, directores de cine o compositores de música, a través de los siglos, mi modo de recuperarla es a través de la poesía.
“Mágico Asombro”, fue dedicada, oportunamente, a mi primer hijo: Lucas, que buscaba -cada noche- la Luna desde mis brazos. Fascinado, también, la señalaba con apenas tres años.
Desde la revista “Caseros y su gente”, la comparto con los lectores nostálgicos, que alguna vez soñaron con ser astronautas o coleccionaron figuritas de cartón con la historia de los viajes espaciales. (2004)


Mágico Asombro


Sales a buscarla.
Me llamas.
Como un cachorro tímido,
quieres al cómplice mayor.
La luna es tu aliada.
Majestuosa sobre nosotros,
gobierna el firmamento.
Su luz de oro,
entibia el encuentro.
Es la luna: tu compañía.
Esa que aún no puedes llamar
y esperas cada noche,
para indicarme -con mágico asombro-
su forma amarilla,
en el cielo azul.

Medios

Periodismo Social en la Web

Las alternativas de la red son hoy, múltiples. Sitios de todo tipo forman una Internet útil, imprescindible ya, aunque entre sus falencias reconozca “escasa confiabilidad” para alguna de sus páginas, superposición de contenidos (saturación temática) e intereses comerciales nunca vistos antes en una fuente difusora de información.

Paralelamente, surge un nuevo género periodístico, producto de la evolución de las comunicaciones, la actualización estilística y las necesidades de la sociedad.

Se trata del periodismo social, que no sólo crece en soporte tradicional (gráfico), sino especialmente en el digital, con incursiones en TV y radio también.

Sus conexiones con la tercera vía o sector marcan el origen de un periodismo de alternativa, que aloja las acciones de la sociedad civil, el esfuerzo comunitario (corporizado en las Organizaciones No Gubernamentales) y orienta la posición crítica de estamentos que buscan mejorar la calidad de vida, más allá de las deficiencias del Estado y la hegemonía del Mercado, que olvida a los ciudadanos privilegiando a los consumidores.

En nuestro país hubo una explosión de asociaciones intermedias con la profundización del desempleo, la crisis económica y de representatividad.

Al mismo tiempo, la comunicación de estas entidades comenzó a incorporarse a los medios de comunicación y al circuito de intereses públicos, generando un flujo de información que evacuaba necesidades (y logros) con un destinatario creciente: la gente solidaria, la población activa, pro autogestión.

Ese tipo de comunicación cobró un valor propio -un espacio genuino- en los diarios, revistas, audiciones radiales y programas de televisión, confundiéndose, muchas veces, con el periodismo solidario.

Otro tipo de contacto que se instala dentro de la temática social, pero que expone las misiones individuales o grupales con un sentido humanitario, sensible y ejemplificador.

Dependiendo de la Fundación del Viso, que elabora contenidos para diversos medios, dicta cursos (Capacitación) y edita la revista Tercer Sector, el pasado mes de julio se dio a conocer el sitio www.periodismosocial.org.ar.

Una página que podrá evacuar las dudas de profesionales, organizaciones y funcionarios a la hora de indagar en la realidad periodística de las comunicaciones institucionales y, particularmente, orientar sobre cómo encarar la difusión de la problemática social, desde un lenguaje técnico adecuado y un marco ético que mida subjetividades, fracturas entre los orígenes de un acontecimiento y sus derivaciones, como el uso de calificativos innecesarios.

“Permitir la construcción de un mensaje y un escenario creíble, intervinculado, dice Alicia Cytrymblum, responsable del programa, es el objetivo fundamental -didáctico-, de nuestro sitio”.

Cuando define el rol del periodismo social en la Argentina actual y en los medios que lo trabajan, Cytrymblum precisa que ”muchas veces éste es escindido del contexto global de realidad pese a que -al avanzar- cosecha, cada día, más interesados en divulgarlo correctamente y conocerlo”.

El portal contiene informes, guía práctica de temas propios del ámbito social, fuentes y links que merecen ser explorados, en este vertiginoso tiempo de perfeccionamiento y novedades que el buen comunicador no puede desestimar.

Otra Mirada


Periodismo
Social-Ciudadano


¿Cuándo y por qué dejó de ser “social o humanitario” el hacer periodístico, para irrumpir -en la actualidad- como una modalidad que piensa en el hombre y la gente, buscando privilegiar sus necesidades y reclamos, transformándose en expresión de la sociedad civil?
A este interrogante intentamos responder.
Hacer periodismo puro jamás debió implicar “subestimar al sujeto humano y desentenderse -para ser moderno y reformularse- de su fundamental rol social e impacto público”.
En consecuencia, y no solo en la Argentina, el periodismo siguió caminos poco identificados con lo sensible o solidario. Se veía mal la aparición de alguna pincelada emotiva, o una contextualización socio-política que explicara el suceso (es decir la noticia) porque así se alejaba del núcleo de la información. Todo lo contrario a lo que, como género literario y actitud profesional, busca el periodismo y el periodista social, que hacen eje en las causas u origen del acontecimiento, analizando las derivaciones certeras o posibles.
En paralelo, el uso de un lenguaje menos cargado de significantes discriminatorios, más cuidadoso de los derechos humanos y ciudadanos (y de la sensibilidad ajena), fue ganando terreno a partir de una consideración igualitaria entre hombres y mujeres; la ubicación del relato en un espacio y tiempo que evalúa el entorno y no omite efectos -implicancias- en el deterioro de la convivencia, la promoción de los derechos básicos de las personas como de temas nuevos: medio ambiente, patrimonio cultural, armonía interior y común o las apuestas a una existencia más lenta, serena.
El prójimo ya no es un ser desconocido. Las crisis reiteradas y el surgimiento de cientos de organizaciones civiles u organismos no gubernamentales, hicieron que el periodismo social se debiera practicar y enseñar.
Practicar: en los medios que otorgan espacio a quienes se dedican a brindar servicios desde el tercer sector (el asociativo, cooperativo y solidario; lejos del Estado y la esfera privada, aunque igualmente necesite de ellos); a personalidades que son ejemplo por sus obras y a un sinnúmero de reclamos y urgencias vitales, esenciales, de la gente con menos recursos y posibilidades de enfrentar un problema.
Enseñar: porque de la mayor objetividad y la aceptación de cierto subjetivismo, se pasó al periodista sensible, que comunica sobre ONGs., habla de las carencias, busca resultados, se empapa del acontecimiento, se involucra y no se distancia tanto, como era exigido en otras épocas.
Diarios, revistas, canales de TV, la radio y, principalmente, la Web están poblados de expresiones de este tipo de información. Una información que elabora su mensaje sin dejar de pensar en el destinatario, pero hace centro en el corazón de los protagonistas; en los que piden porque no poseen; en lo que se convierte en carencia, porque el Estado y los diferentes Gobiernos desdibujaron sus prioridades y responsabilidades históricas.
Es el mismo periodismo que conecta a instituciones intermedias (pensemos en el gran trabajo que despliega -y con resultados positivos- la Red Solidaria) con la prensa, con el público, con otras entidades y los distintos factores de poder, que son quienes pueden financiar proyectos, asesorar, capacitar y solventar agendas de trabajo y programas de variadísimas temáticas.
Ese es el nuevo periodismo. El periodismo que jamás debió dejar de ser; que nunca debió pasteurizarse o editorializar hasta el cansancio, neutralizando su inclusión en un escenario sociocultural complejo, que explicita hechos y comportamientos humanos.
El periodismo social -sensitivo- que piensa, suministra información y devela; investiga en fuentes tradicionales y emergentes -fuera de las clásicas y autorizadas por el “status quo vigente”- y comprueba; siente, comunica y ayuda.
Ayuda a que otros colaboren y amplíen su panorama de noticias, al observar que también se registran actos constructivos y aportes valederos en una sociedad que puede mejorar su calidad de vida si es conocedora de sus derechos y los ejerce, sin olvidar compromisos y obligaciones.


En la fotografía, la periodista Paula Torres (Canal 9 - C5N - Infobae) junto a la Lic. Nora Alessandrini y el Lic. Gustavo D´Orazio, en su visita al Instituto Ntra. Sra. del Buen Viaje de Morón.

Redefinirnos


Periodismo & Periodistas

El Día del Periodista fue establecido en 1938 por el Primer Congreso Nacional de Periodistas, celebrado en Córdoba, en recuerdo del primer medio de prensa con ideas patrióticas.
El 7 de junio de 1810, Mariano Moreno, fundó la "Gazeta de Buenos Ayres", primer periódico de la etapa independentista argentina.
La Primera Junta indicó por decreto su fundación, por ser necesario anunciar al público, al pueblo, los actos oficiales y las noticias exteriores y locales.
Sus primeros redactores fueron Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli.

Antes del Bicentenario
“El periodismo argentino”, como síntesis, es una categoría demasiado amplia, diversa e inconsistente. Es una generalización abarcativa, que poco dice.
No ha sido igual el periodismo de las grandes ciudades que el de los pequeños poblados; el ejercido bajo gobiernos asfixiantes que en medio de administraciones abiertas y flexibles. Por eso, ubicar al periodismo y a los periodistas en el contexto de su aparición y ejercicio, es fundamental (elemental) para elaborar un análisis creíble.
Los medios locales, por su parte, agregan a esta descripción su propia génesis, sus propias limitaciones, logros y objetivos.
Sus bondades -al estar afincado en una zona- se alojan en la interpretación de las necesidades vecinales y en plantearse como un auténtico puente entre los distintos centros de poder y la gente: sus lectores y anunciantes.
El periodismo zonal, a veces con falencias, otras con aciertos; muchas con escasos recursos y otras con poco rigor profesional o técnico, de todos modos, cumplió (y cumple) con una doble función: ser registro histórico de los acontecimientos lugareños y comunicar noticias y hechos que los medios masivos, de alcance nacional, no difunden.
Sin embargo, este periodismo -salvo reducidas excepciones- no atraviesa el mejor período.
Sin una estructura económica sólida, la interacción e inmediatez que posee Internet y -muchas veces- falta de identidad, evidencia una lánguida presencia que anuncia futuras desapariciones, o permanentes agonías.
Sólo la elaboración de un buen producto, pensado y realizado con seriedad y compromiso, podrá revertir el diagnóstico.
Al compromiso social-cívico, le deberá seguir una estudiada estrategia de marketing que, seguramente, se sostendrá en la calidad y el rigor informativo, un buen diseño y la responsabilidad general.
De este modo, una emisora radial dedicada, atenta; un canal de televisión que busque al ciudadano local como teleespectador, o un medio gráfico (o digital) que se solidarice con el vecino, orientando sus demandas, podrá sí ser tomado en cuenta -valorado- por anunciantes privados y oficiales, organizaciones y público.
Camino al Bicentenario de la Revolución de Mayo, debe pensarse en cómo se arribará a esa fecha y qué o a quiénes se recordará el 7 de junio de 2010, sin olvidar o disminuir el rol que la prensa zonal tuvo a lo largo de nuestra historia.
Qué camino debe seguirse para darle credibilidad a esta efemérides es una tarea que recién comienza, aunque no puede reservarse solo a una discusión de pocos y a escasos momentos, siempre antes del aniversario, para sepultar la fecha, luego, junto a sus implicancias y protagonistas.
Debería -sin dudas- incluir a diversos actores, a diferentes voces, sin omitir e interpretar las mutaciones del último siglo, con sus zozobras, efectos y esperanzas, todos muy distintos a los de aquel 1810, germinal y emancipador, o al ya distante y en sepia, 1910.
Nota:
En la fotografía...un día felíz. Lo viví junto a mi esposa Marta y mi hijo Lucas. Sofía, era muy pequeña y no asistió a la ceremonia, en el Hotel Marriot Plaza.
Después de obtener un título terciario y ejercer el periodismo por años, llegué a la Universidad Abierta Interamericana (UAI), y en el 2000 me gradué como Licenciado.
Un curioso sueño (que se repetía incansablemente), me alarmaba. Me recordaba que no había completado mi formación.
Sin embargo, yo poseía el título de Periodista. Con el tiempo, y tras obtener el nuevo diploma -sumado al de Profesor Universitario en Comunicación Social-, esa idea y esa imagen se desvanecieron. Pude, además, completar un Postgrado en Medios de Comunicación y Opinión Pública, en FLACSO, lo que me enorgullese, abriéndome mente y espíritu.
Dos espacios vitales para seguir vigente y versátil.
Mente y espíritu al servicio de la vocación...de la vocación por informar y arribar a la verdad.

Investigación Biográfica


I Parte:
Petrona Rosende
Primera Dama del Periodismo Nacional (*)


Nació en Montevideo pero conquistó un espacio en Buenos Aires. De las letras y la educación pasó al periodismo, editando el primer periódico "femenino" de la Argentina, en 1830. "La Aljaba", así se denominaba. Una caja de flechas, según el diccionario, que arrojaba suaves puntas de tinta en papel. Petrona Rosende fue una precursora que, aun signada por la tragedia familiar, halló reservas para torcer su destino y destacarse en pleno siglo XIX, a ambos márgenes del Plata.

Una búsqueda femenina más que feminista

Petrona Rosende de Sierra llegó a Buenos Aires durante el primer gobierno de Rosas, junto a su segundo esposo: José Agustín Sierra. Escapaba así, no sólo de la dominación brasileña a la Provincia Oriental -sujeta a los vaivenes político-militares propios de la etapa emancipadora que vivía el Río de la Plata- sino también de un destino que la premiaría con larguísima vida (fallece a los 75 años, en Montevideo, un 28 de enero de 1863), a cambio de las muertes constantes y el desagarro antinatural de ver morir a su hija Máxima, apenas un mes después de contraer enlace.


Audaz y decidida, Petrona había nacido en un hogar tradicional, de origen español, el 18 de octubre de 1787. Las ideas de libertad, igualdad y fraternidad, surgidas tras la Revolución Francesa, parecen -a la distancia- haber orientado su temple, para la época un modelo que escasas mujeres se atrevieron a cultivar, dominadas aún por el mandato paterno, las obligaciones del hogar y el saber callar.


Manuel Rosende y Rita Jordán fueron sus padres. Petrona, como toda "buena niña" nacida en la colonia, debía encontrar en las labores y la religión su espacio de expresión; y en el matrimonio y la maternidad, la plena realización de su existencia.

Sin renegar de ello, su mirada sobre el mundo comenzó a descorrer un velo que la definió, rápidamente, como poseedora de una sensibilidad y percepción distintas.

Tal vez, el haber enviudado rápidamente, el contraer enlace en segundas nupcias (en marzo de 1812) con un hombre de firmes convicciones -José A. Sierra fue padre de Atanasio Domingo Sierra, uno de los integrantes de la cruzada libertadora de 1825, conocida como Expedición de los Treinta y Tres, bajo las órdenes de Juan Antonio Lavalleja-, hicieron de Petrona una mujer cuya fortaleza moral y espíritu inquieto desbordarían los márgenes de lo establecido; del femenino encorsetado entre telas, misales y rudimentarias enseñanzas que casi no alfabetizaban "al bello sexo".
El 25 de agosto de 1825, la parte de la Banda Oriental reconquistada a los brasileños declaró su independencia y su unión a las Provincias Unidas del Río de
la Plata; la otra parte del territorio, con el nombre de Provincia Cisplatina siguió bajo la ocupación brasileña hasta el tratado de paz de 1828.


No es un dato más en la historia del actual Uruguay, y menos en el derrotero de los Rosende-Sierra que, en busca de un nuevo horizonte de realización familiar, lejano al devenir intestino del territorio que los veía madurar, se animaron al Buenos Aires del poderoso Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas y a la cerrada sociedad de entonces: signada por la tertulia, los enfrentamientos ideológicos y la aparición en la escena pública de algunas mujeres fuertes, como Doña Encarnación Ezcurra y Manuelita Rosas, tiempo después.

Posiblemente, este panorama, este clima cultural, ayudaron a Petrona a terminar la idea de exponerse más, de expresarse según lo sintiera y desease.

A la Petrona-visitante, proveniente de una comunidad menos evolucionada y mundana que Buenos Aires, sólo le faltaba concretar el acto de surgir y ocupar ese espacio que pocas representantes de su género se habían animado a delinear y reclamar.

Curiosamente, una contemporánea suya, María de Todos los Santos Sánchez de Thompson y de Mendeville -nacida un año antes que ella, en 1786- vivió un itinerario similar pero inverso.

“La Safo Oriental”

Sin dedicarse a la literatura, "Mariquita" fue la mujer más descollante de la Colonia y de los primeros tiempos patrios; resignificó el rol que la mujer había desarrollado hasta el momento, opinando y desdibujando los límites entre vida pública y privada.


Su carácter e influencia política fueron notables y, en oposición a la poetisa oriental, en tiempos de Rosas partió a Montevideo, volviendo tras un largo exilio en otros países, en 1852.

De todos modos, si Petrona descubrió en estas mujeres decididas un espejo determinante, fue la vida en la Banda Oriental la que inspiró los dispares intereses que guiaron sus poemas, las primeras fábulas de una escritora incipiente y elemental, en medio del universo literario copado por plumas masculinas y críticos esquivos.

Largos y pausados viajes, íntimas sensaciones sobre la felicidad y la vida, paisajes naturales con permanente presencia humana, son las motivaciones básicas de esta "Safo Oriental" -al decir del escritor uruguayo Alberto Zum Felde-, cultivadora de la voluntad iluminista y la moraleja didáctica, educativa.

Una mujer femenina más que feminista, decidida a afirmar la existencia de la mujer, sus deseos y opiniones, sin fomentar un discurso convocante o revolucionario.

A escasos veinte años de la Revolución de Mayo y a catorce de la Declaración de la Independencia, en la Argentina de Rosas, las mujeres todavía siguen recoletas, pensando en la crianza de los hijos, en hacer labores y callar... Sin embargo, cuando Petrona Rosende de Sierra decide hacer periodismo, confirma que las mujeres pueden y deben hablar, expresarse y pensar.

Algo tan sustancial y simple de entender hoy, pero omitido y censurado por entonces, y apenas sorteado o enfrentado -con dispar suerte- por un puñado de mujeres poseedoras de una mentalidad más abierta y cierto poder económico, conferido por sus dotes o pertenencia de clase.
Camila O' Gorman, primero; más tarde Rosa Guerra, fundadora La Camelia, en 1852; Juana Manso, en 1854, con Álbum de Señoritas y Eduarda Mansilla, sobrina del mismísimo Rosas, que firmaba Alvar o Daniel, columnas dedicadas a la moda o la música en El Plata Ilustrado, en 1871, confirman el avance de "ellas"; el lento y sinuoso camino que les aguarda en la defensa de sus derechos y el enorme mérito de Petrona en haberlo hecho a través de un semanario, en una etapa que no reconoce experiencia similar.


Rosende de Sierra es, entonces, la precursora de un feminismo tibio, poco acusador -no molesto-, pero que, teñido de buenos modales, dice o filtra algo más profundo y grave.

Tras unos años de permanencia en la “gran aldea”, suficientes para conocer su ritmo y entablar contactos que le permitieran llevar adelante su empresa -su sueño-, funda en noviembre de 1830 La Aljaba: primera publicación dirigida y redactada por una mujer, en este margen del Plata.

Inaugura así , una instancia histórica, en una Buenos Aires dotada ya 19 periódicos, pero ninguno concebido desde la óptica femenina.

Con material de interés general y notas pensadas para la mujer, La Aljaba acuña un lema dirigido al corazón de Adán: "Nos libraremos de la injusticia de los hombres solamente cuando no existamos entre ellos".

Entre consejos livianos, domésticos y costumbristas, La Aljaba se las ingenia para exaltar el rol de la educación, abogando por la instrucción de las niñas, para otorgarles conocimientos y rescatarlas del silencio opresor.

El periódico, que se edita en la Imprenta del Estado, dos veces por semana y a un costo de dos reales el ejemplar, dejó de salir en enero de 1831, completando una colección de 18 números.
Su directora, que no se da a conocer con nombre y apellido, hizo foco en temáticas que demostraron una postura personal elevada, surgida de su formación cristiana y pacifista.


"Con equivocación -decía- se pretende que el lujo es el alma del comercio, la fuente de la riqueza y la prosperidad de un Estado. No hay más que consultar la experiencia, y se verá en los anales del universo, que los Estados se han elevado por la virtud, y mantenídose con la frugalidad".

Los principales asuntos que analizó o a los cuales se refirió, a lo largo de su corta vida, difundieron siempre una concepción clasicista de la mujer en sociedad, bajo la inspiración de “educar a las hijas, inspirarles amor a la Patria, creencias religiosas y respeto a Dios”, sin olvidar los comportamientos en reuniones, la poesía y frases literarias, en un compendio que hoy bien encajaría en la idea de “formato femenino” y notas del acontecer citadino.

Voz de Mujer

En esos años, desde la Argentina o desde los periódicos del padre Castañeda, como La Matrona Comentadora Doña María Retazos, los hombres empleaban voces de mujeres para su intervención periodística. Con La Aljaba, en cambio, irrumpe, por primera vez en la historia cultural argentina, un periódico íntegramente pensado y redactado por una mujer.


La actitud de esta editora, en la primera mitad del siglo XIX, adquiere una fuerza y una dimensión que difícilmente podamos valorar en nuestros días, con la mujer definitivamente emancipada y dispuesta a encarar cualquier empresa.

Desde el 16 de noviembre de 1830 -durante el primer gobierno de Rosas- y hasta el 14 de enero de 1831, con una frecuencia de dos números semanales, La Aljaba se constituyó en el primer medio gráfico realizado íntegramente con voz de mujer. Valía 3 reales y la suscripción, 3 pesos al mes.

Transcurrido el tiempo, pasó al olvido y hoy su existencia es prácticamente desconocida para la casi totalidad de argentinos y uruguayos.


II Parte - Petrona Rosende...La Poetiza

Sin dejar de cultivar la poesía y fiel a sus orígenes, a su sentir nacional, cuando la Constitución de 1830 erigió al Estado Oriental del Uruguay en República Soberana, Petrona Rosente volvió a su Montevideo natal, con la experiencia del hacer periodístico y el roce social-cultural que su intelecto buscaba desde jovencita.


La tragedia, igualmente, no la abandonaría del todo, pese al interregno vivido en Buenos Aires. Una vez en el Uruguay, las guerras Grande (que se extendió por más de 12 años), civiles y contra el Paraguay (1865-70) no cesaron hasta 1872, convulsionando el país y a su espíritu, hasta arrebatarle a sus dos hijos varones, Benjamín y Anacleto, alistados en las contiendas como le correspondía a dos verdaderos y auténticos patriotas.

El verso, el decir meditativo, la lectura y las prácticas religiosas ocuparon un nuevo tiempo, al igual que la educación orientada a las señoritas de entonces.

Según la costumbre de la retórica neoclásica, sus textos literarios se adecuan al discurso urbano y al castellano académico, mas como una masa confusa y de pocas variaciones temáticas.

Rosende, en oposición a otros escritores del primitivismo rioplatense, deja emerger una aguda sensibilidad en virtud de la apelación emotiva, en general ausente en los demás poetas. Describe, como en los versos que siguen, el estatus intelectual de su tiempo en la parodia de un presumido:

"Estudioso! ¡En gran manera! Se levanta con Horacio, Y con Homero
se acuesta, Almuerza con Cicerón, Y con Sócrates merienda".
(A Julia, letrilla).


"Los temas -anotó Gustavo Gallinal- además de los sucesos históricos, son los grandes lugares comunes de la poesía civil: la libertad, la patria, el progreso y el odio a la tiranía". “La universalidad de estos asuntos -sostiene el investigador- se ve reforzada por fatigadas menciones de la historia y la mitología grecorromana, en ocasiones asfixiando las alabanzas a caudillos o a batallas protagonizadas por los "bravos" hombres de aquellos tiempos”.

Ese lenguaje –agrega- programó "efusiones obligatorias", como le gustaba decir a Borges. Casi no hay composición patriótica que no exhiba verbos como "inflamar", "perecer", "oprimir", "implorar" o "retemblar". Pese a las rigideces enumeradas, entre los veinticuatro vates del “Parnaso Oriental “ (compendio de las primeras expresiones literarias del uruguay germinal, en el siglo XIX), muy pocos son los que aciertan a medir con exactitud sus octavas, sus décimas o sus sonetos. De esto también se daría cuenta Petrona Rosende quien, cuando abandona cierto tono lacrimógeno y funeral, logra dar muestras de preciso ingenio y buen humor:

"Poetas sabios [...] Se evaporizan Haciendo versos, Por un chillido, Por un bostezo, [...] Unos son cojos Otros son tuertos. Algunos mancos Y muchos ciegos".
(A los que hacen versos a cada cosa, letrilla).


Sin las investigaciones de Luciano Lira, seguramente se hubiera perdido para siempre la primitiva poesía académica de este territorio: los poemas de José Prego de Oliver y el drama “La lealdad más acendrada y Buenos Aires vengada”, del presbítero Juan Francisco Martínez. Estos textos cantan la resistencia de Montevideo contra el invasor inglés en 1807. Y aunque se dispone de mínimas informaciones sobre sus autores, se sabe que los dos fueron fieles a la corona española hasta el final.

A Lira se le debe, también, el conocimiento de todos los poemas de Petrona Rosende, que extrajo de la prensa y de las propias manos de esta “Décima Musa” (como la bautizó su par, Acuña), los cuales hubieran tenido que esperar quién sabe cuántos siglos para que alguien los descubriera. Esos mismos poemas son los que todavía no han sido reunidos en volumen independiente y que nadie ha acrecentado con nuevos descubrimientos, por más que últimamente se le ha dispensado a su obra y a La Aljaba, periódico para el bello secso (sic) argentino (1830-1831), una atención de la que antes estaba huérfana.

A esta faceta de Petrona, a sus trabajos periodísticos en otro periódico destinado a mujeres, “La Argentina”,donde se cree también redactó y publicó pensamientos y creaciones líricas, casi en la misma época de La Aljaba, debe agregársele una función muy importante, que completaría su misión como mujer adelantada: ser educadora y directora de los primeros centros de formación para niñas. Se sabe que en noviembre de 1835, instalada definitivamente en su tierra natal, inaugura los cursos de la Casa de Educación para Señoritas.

Los trabajos escolares, según un anuncio publicado en el Estandarte Nacional, consisten en “leer con ortografía, escribir con elegancia y claridad, contar con gramática aplicada (no de memoria como se enseña en general), coser, marcar, bordar, etc.” Un último refugio, entonces, para quien viviría hasta los 75 años de edad, falleciendo en Montevideo, el 28 de enero de 1863, tras jubilarse y vivir de los magros ingresos que su pensión le proveían en un retiro donde no dejó de leer, de asistir a veladas poéticas, de aventurarse con el romanticismo español y de meditar -sin saberlo a ciencia cierta, claro- hasta dónde llegarían las mujeres y cuán de atrevidas se tornarían, en la compleja tarea de coexistir junto a los hombres. Jamás detrás, jamás por delante, pero sí al mismo nivel que éste.

Lo que decía “La Aljaba”

Estaba "dedicado al bello sexo argentino".
Ofrecía “variedades instructivas, anécdotas selectas, pasajes históricos y poesía”.
Su directora, declaraba “que conoce las dificultades que le esperan, 'ella conoce todos los sinsabores, que tiene que gustar, mas es valiente, aunque no sea fuerte y vencerá todos los obstáculos”.

Algunas veces, interviene directamente en la escena política, como en el número 4 del 26 de noviembre, cuando escribe: “¡Argentinas de todos los pueblos del interior!, con vosotras hablo, compatriotas cordobesas, tucumanas, salteñas, santiagueñas y todas, en unidad, vuestros ruegos con las porteñas; postrémonos todas ante los hombres, alcemos nuestras manos, lloremos, federales y unitarios queden desarmados por nuestras súplicas y nuestras lágrimas”.
En 2004 y gracias a un acuerdo entre el Instituto Cultural bonaerense, de quien depende el Archivo Histórico de la provincia, y el Instituto Bibliográfico Antonio Zini, único organismo de todo el país que cuenta con los 18 números de La Aljaba, se puso en pleno proceso de reedición un número limitado de ejemplares, a 173 años de su aparición, presentándose en el mes de noviembre la obra.

Fuentes consultadas: diarios La Nación, El Día, Clarín. Sitios de internet: www.grumete. com; www.henciclopedia.org.ar. Aportes de Cristina Iglesia (UBA), Lily Sosa de Newton, Sandro Olaza y Cristina Álvarez Rodríguez (Instituto de Cultura de la Pcia. de Buenos Aires).
La presente investigación participó del Concurso Creatividad Periodística 2004, organizado por la Academia Nacional de Periodismo.


¿Hipercomunicados?


Medios y Vida Cotidiana



“Los argentinos nos las sabemos todas” (parece que ciertos balances y aportes de la Historia no han servido).
“El celular es todopoderoso: todolopuede”. “Internet es lo más: chateás, enviás correo, navegás por las páginas que querés; hay servidores gratuitos, podés ver ‘mujeres y…’, te bajás música, información de todo tipo, noticias, documentos, imágenes…, ¡UNA MASA!”.
“De la televisión , ni hablar…: con el cable y el decodificador, mi menú semanal es mejor que lo que cocina mi mujer. Fútbol, series, entretenimientos, ficción, películas, programas periodísticos, realitys, musicales, viajes, manualidades, Venus (‘sorry, lo veo aunque las imágenes no sean tan nítidas’; ‘...y, espero hasta que engancho alguna escenita’)”.
“La TV abierta ojo que aporta lo suyo; los videos, otro tanto: podés alquilar pelis, comprarlas y coleccionarlas si querés; después están los CD y los DVD (‘yo, por $10 consigo 3’)”.
“¿El cine?: una maravilla que ahora podés disfrutar en 3D a cambio de $16 la localidad; el teatro (‘voy a veces’); los videojuegos -en red, a solas, en la compu o, después del Sega, en la Play Station 2, 3, 4…- ¡UN INFIERMO!”-.
“La video cámara, la cámara fotográfica digital (‘un amor, son ideales para registrar todo lo que se te ocurra’); la radio, los nuevos dispositivos de MP3 para escuchar tu música favorita; el viejo buzón de correo con alguna que otra carta y decenas de facturas que pagar; el cuaderno de comunicaciones de los chicos en edad escolar y la pizarra inmantada de la heladera para los mensajes domésticos”.
“El contestador automático del olvidado (caro y demodé) teléfono de línea, sigue en la lista; el contestador del celular, los mensajes de texto del celular, los e-mail por celular, las fotos por celular, las videofilmaciones por celular, la agenda de contactos en el celular; también en un CD, en un diskette; las citas y recordatorios en el viejo y querido anotador de papel reciclado marrón y en la Palm o I-Pod; en variados cartelitos autoadhesivos para no olvidarlos y …(‘¡UFA, CUÁNTA PARAFERNALIA! y, al final, termino olvidándome de la mitad de las cosas, o perdiéndolas y cargándolas hasta para ir al baño!’)”.
“La alarma del despertador (‘¡qué haría sin él!’), la alarma de seguridad de la casa, del auto y hasta del dálmata”.
“Después o antes, están los diarios y las revistas; los libros y los folletos, los catálogos y los prospectos de medicamentos, los movimientos bancarios y el cajero automático, la publicidad en la vía pública, en la indumentaria y en casi todo; los graffitis y…¡SÍ, ESTAMOS HIPERCOMUNICADOS, HIPERCONECTADOS!”.
“Uy, con tantas obligaciones tecnológicas hace días que no acaricio al perro, ni beso a mis hijos, ni converso con…”.
..............................................................................................................................................

¿NO SERÁ EXCESIVA ESTA DISPERSIÓN DE TECNOLOGÍAS; TANTAS PRÓTESIS Y AUXILIARES QUE, FINALMENTE, TERMINAN ASFIXIÁNDONOS EN VEZ DE COMUNICARNOS VERDADERAMENTE?.
La comunicación es diálogo, así lo entendió Platón en la Antigüedad.
La auténtica comunicación nunca fue sinónimo de información. El traslado de datos no conlleva persuasión, significación, compromiso emocional, sensitivo y espiritual.
Estar mejor comunicado no es cargar microchips por doquier: es saber graduar nuestro uso de la tecnología y escuchar al prójimo; acariciar al perro, reunirse con amigos, mirar a los ojos a los seres queridos, distraerse unos minutos si alguien nos requiere, oír el propio interior y expresarse con todo el cuerpo: con la palabra y los gestos, con el rostro y el corazón, desde la inteligencia y la intuición, con más o menos “aparatos de última generación”.

Reflexión

¿Por qué leo?

“Quiero cuentos, historietas y novelas
pero no los que andan a botón;
yo los quiero de la mano de una abuela
que me los lea en camisón”.
María E. Walsh

Leo y me siento menos solo. Leo y disfruto de la compañía del libro, de su autor, de su imaginación.
Leo y recuerdo mis primeras lecturas. Aquel libro de primer grado (“Los Teritos”), las revistas Billiken y Anteojito; la Enciclopedia Estudiantil y los maravillosos textos escolares de la editorial Kodek.
Los cuentos y novelas de aventura, el libro de catecismo y Platero.
Aunque en cama, convaleciente, seguía leyendo, con dificultad, pero siempre atento a la intriga y a los personajes, a la historia que me conmovía y entretenía.
Con libros usados -muchas veces subrayados en forma casi íntegra- leía para saber más, conocer los adelantos científicos y técnicos; descubrir y soñar con la Era Espacial (en 1969 tenía 7 años), indagar en el mundo de los animales...
No había, claro, Internet; apenas radio y TV en blanco y negro, sí cine y, más lejano, el teatro que pocas veces uno visitaba, salvo excursión clave del colegio.
El circo, los juegos compartidos (mancha, escondida) y el festejo de cumpleaños (no existían peloteros), hasta alguna kermese o acto escolar-festivo amenizaba la vida social de principios de los ’70.
Leer era (es y será) una excelente ocupación. Y continuará siéndolo porque las palabras nos conectarán -sin sanciones horarias o una exagerada mención de marcas en tandas publicitarias o programas mediocres- con distintos hechos, con diferentes situaciones, geografías, voces y...

....................................................................................................................................
“Leemos para imaginar. Leemos para aprender cómo es la respiración del mundo. Y, a veces, también leemos para descubrir que el mundo no respira como imaginábamos, sino de otra manera. Todo y todos somos, a cada instante, otros. Si no supiéramos leer, tampoco sabríamos pensar”. Tomás Eloy Martínez - 2006
....................................................................................................................................


Pienso, leo y difundo la lectura. Entre mis hijos y alumnos, entre familiares y amigos. Entre usted lector de “El Club de las Artes” y quien quiera empezar a serlo.
Para que sueñe, razone y se emocione. Para que desarrolle aún más su imaginación y esté menos solo.
Un libro es siempre fiel. Y aunque nos desencante su contenido, aprenderemos igual de él; y es justo y necesario que seamos críticos.
Hoy, junto al libro y la prensa escrita, emergen -imponentes- las versiones digitales, el hipertexto, internet y los CD-Rom. Son parte de la nueva lectura, del nuevo soporte del texto (codificado en palabra e imagen; velocidad y virtualidad), y al que no podemos dejar de reconocer e incorporar para actualizarnos.
Sin embargo, en su versión en papel, el libro nos seguirá acompañando, tanto en viajes y dormitorios, como en salas de espera aburridísimas y playas soleadas. Por eso leo todo lo que puedo (que es mínimo considerando lo que se edita en el país y el mundo), y seguiré haciéndolo hasta que mis ojos y mi cerebro digan basta.
Gracias a la lectura me siento vivo, me siento incompleto y con ganas de leer cada vez un poco más.
¿Usted por qué lee?.

Silencio y otros poemas


Una poeta única. Un alma que aún deambula
inspirando insomnios,
pasajes de obra y líneas de texto.
Es Alejandra Pizarnik. Entre el texto, la obra y la noche,
su luz alumbra nuestro pensamiento.

SILENCIO

Rodeado de sonidos,
solo,
en aquel momento audible,
único e irrepetible.
Yo y él.
Mi ayer vuelto presente,
sin pálpitos
y en paz.
Yo y el futuro inmediato:
ese instante próximo,
fugaz e insalvable.
El silencio extremo
como un aliado desaconsejado,
poco buscado.
Aislado.
Rodeado exclusivamente
por mis sonidos naturales
-como único ruido-,
me siento protegido,
armónico.



10:10


AM., PM.,
10 y 10 hasta el hartazgo.
En cada reloj,
de toda publicidad.

En cada cuadrante,
de hombre o mujer,
de niño o niña.

10 y 10,
sin imaginación,
marcan al mundo
la hora única,
global,
de la estética que vende.

AM. o PM.,
no importa.

10 y 10,
para todos,
por siempre.

Como si otra hora
no pudiera señalarnos
el paso del tiempo
-el minuto exacto-,
que va de la vida
a la muerte
de cada día,
de cada vida.
Primer Certamen Literario Nacional de la Sociedad de Escritores de Gral. San Martín (SESAM), Mención de Honor en Poesía, 2005.



ANONIMOS
(Crónica Poética)


Sin rostros
evaden su peso,
el paso de cada instante.

...pero están.

Son y buscan en la ciudad.
Entre las ruinas circulares,
la moneda que los salve;
entre las bolsas cerradas,
el mendrugo que los alimente.

Sin rostros,
con sueño,
tejerán esta noche una pesadilla que los libere.

Se vengarán del destino,
del destierro,
en busca de la ciudad que los reviva.

Anónimos...
que están.

12 DE FEBRERO 2003.



Sin título

(Dedicado a Alejandra Pizarnik)

Aquellas violetas vivas,
azulinas,
yacen hoy secas
-muertas-,
encerradas en un grito,
aplanadas por aquel
libro (aún virgen),
adolescente.

Testimonio azul;
testigo de la no amada;
propiedad del que rechazado,
te desnudó en sueños,
bebiendo de solitarias madrugadas,
los abismos personales.

Amándote,
exhausto,
jamás supo del ingreso
a ése,
tu diario íntimo:
sinuoso,
desesperado
y virginal.



sobre la palabra

“...cada palabra dice lo que dice
y además más y otra cosa”.
Alejandra Pizarnik


qué decir del concepto
del signo
y el significado.

del trazo curioso
la mancha de tinta (escurriéndose libre)
y el error como grito.

del surco azulino
del primer cuaderno.

qué decir sobre
la palabra mamá
y aquel lápiz (negro)
esperanzado.

mi mamá
su mano
y la mía dibujando flores

del número
y la coma.

de la duda
y el norte.

qué decir de esa
carta manuscrita
y el amor confesado.

del mote molesto
asimilado
y evitado.

de esa marca profunda
en el alma
y la voz.

qué decir de
la tecla
el papel
y ese abecedario mecánico
difícil
finalmente aprendido.

por último
la pantalla amigable
y un cayo de tanto tipiar.

dedos ágiles
dedos sabios
y la palabra dicha
supuesta
sostenida
y admitida
como logo de lo humano
de esta (mi vida terrena)
casi
en el fin de los tiempos.

A mi hija


MI SOFIA

Aún te sueño.
Te imagino.
Más sabio, un poco más viejo,
intuyo el rostro de mi niña:
soleado, bañado por la luz de mayo.
Sofía será mi madurez,
mi niña.
Adorada y adorable,
suave, bajo la luz de otoño;
ámbar y fresca,
me confirmará pleno,
dichoso.
Ella será mi Sofía.


Sofía ante el espejo
Adorable, terca y tenaz.
Mira segura,
dispuesta a conquistar.
Espejo en mano,
traslada su rostro
mientras juega,
recorta figuras coloridas
y sueña.
Adorable y terca,
así es Sofía.
Segura y coqueta,
aunque a mí se presente frágil
y delicada;
entre tules violáceos,
como danzarina improvisada,
inspiradora de valses compartidos
y juegos únicos,
que solo ella y yo
protagonizamos,
que solo ella y yo
habremos de recordar.
Así es Sofía
.
Descansar en Paz

Siento un agotamiento raro,
nuevo, especial...
desde el alma y en el cuerpo.
Gracias, por decirme que he muerto ayer;
que no importan ya
la mancha en mi camisa,
el pago de la luz,
el teléfono descolgado
ni mis notas ilegibles.
Gracias, por decirme que el pasado imperfecto
no volverá en mi contra,
o el presente
a recluirme en una interlínea impensada.
Gracias, por recordarme que he muerto ayer.
Después de todo,
podré descansar en paz.


El Hombre Sentado

El hombre está solo,
mira y espera.
No sabe que Ella pasará.
Desde el balcón,
sus ojos atentos
pierden el detalle del día:
el fuego por la llama,
la luz por el resplandor.
El está solo y espera.
Sentado, juega el rol de la víctima,
sin saber que, esta vez,
Ella lo ha perdonado.
Triste, solo,
mira sentado la vidriera de Pascuas,
sin saberlo.
Afuera: la gente, el fuego y la luz.
Dentro: su cuerpo y la melancolía de ser
-apenas- un hombre solo que espera.


PESADILLA

Sueño...
y el gato surge allí.
Imagino...
y el gato reaparece.
Fluye el agua
y se desborda.
Fluye sobre mí
y ese gato.
Un gato de carne picada,
que se destruye ante mis ojos,
y me horroriza
con sus gemidos.
Yo grito
y me despierto
húmedo,
sin poder desprenderme de esa imagen:
la de un gato
de carne picada,
que se deshace ante mi mirada,
entre profundos gemidos de muerte.

INOCENCIA

A Lucas, mi hijo.

Una caricia de hojas detiene al mundo.
Es el otoño.
En mis brazos,
tú duermes el sueño celeste
del cordero inocente,
apenas humedecido -alterado-
por el sollozo de mis ojos.
Una primavera de gloria
anuncia el aroma frágil de la rosa.
Es una rosa nueva que no dará espinas.
En mis brazos,
tú la observas despierto.
No sabes qué es.
Sólo percibes un suave perfume...
a pétalos blancos,
a primavera virgen,
a flores sutiles.


MAGICO ASOMBRO

A Lucas, mi hijo.

Sales a buscarla.
Me llamas.
Como un cachorro tímido,
quieres al cómplice mayor.
La luna es tu aliada.
Majestuosa sobre nosotros,
gobierna el firmamento.
Su luz de oro,
entibia el encuentro.
Es la luna: tu compañía.
Esa que aún no puedes llamar
y esperas cada noche,
para indicarme -con mágico asombro-
su forma amarilla,
en el cielo azul.

Observación


Imagen (*)


Es Guernica o Atocha.

La muerte,
siempre,
fotografía igual.

Bocas abiertas;
clamor al cielo.

Nueva York o Londres.

Como en Goya y Picasso,
la muerte
paraliza el último grito:
compone
un horror deshumanizante.

Es Buenos Aires o Saigón,
Kabul o Bagdad.

Ayer u hoy,
siempre,
allí o acá,
la muerte
ha fotografiado igual.


(*) No importan las épocas, las geografías, las creencias: la MUERTE es una, reproducida hoy por millones de instantáneas, en pantallas, fotografías y videos. Imágenes de pérdida, violencia y MUERTE.

Debemos empezar por nosotros, primero, para arribar pronto a un auténtico Nuevo Orden Mundial: sin hambrunas, ni guerras suicidas; fundamentalismos extremos, falta de humanidad, esclavitud e injusticia.

Las bombas ya estallaron, qué aguardamos; qué aguardan los que no sólo poseen el tablero de ajedrez sino que también guardan celosamente las piezas de juego, ¿un jaque mate planetario...?.

Levemente modificada, con apenas alguna referencia menos de ciudades (es de desear que la lista no continúe), este poema participó del Concurso de Poesía Digital, organizado por el diario español “La Vanguardia”, en 2004.

jueves, 30 de octubre de 2008

Metafísica


PARALELISMO HUMANO

La clave es un hueco.
El número ensayado, la ecuación final.
Víscera humana que regurgita dolor,
sin pulso ni sangre;
angustiada por una Eva inexistente.

Costilla madura,
círculo distal.
La última estación. . .
el trágico cruce de las paralelas.

Junto a Leonardo, Jesús y los otros: Adán.
El primer hombre,
el último.

La perfecta circunferencia
como destino universal.
Tarde de Cine


La Historia, las historias, vuelven a repetirse. A veces, con sutiles diferencias; otras, con enormes distancias, aunque los hechos se asemejen o los personajes se parezcan bajo otro perfil y nuevos ropajes.
Lo comprobé -una vez más- cuando en la últimas vacaciones de invierno compartí con mi hijo Lucas (de 10 años) la proyección del simpático y entretenido film “La Maldición del Perla Negra”.
Frente a la pantalla, ambos. Yo, con mis 41 años, viviendo una aventura de piratas indomables y diestros espadachines. Lucas, interviniendo a pleno en cada disputa, deseoso de colgarse, cual corsario, del palo mayor de alguna nave.
Un momento similar al que, en otra época, en otros tiempos, viví con menos años, en el cine de mi barrio o en una matiné de súper acción, junto al televisor blanco y negro que nos acompañaba a todos, en la cocina-comedor de casa.
Con la misma alegría, el rito volvía a repetirse. Un padre lleva a su hijo al cine. Una madre corre en busca de entradas. Arma sandwiches, compra golosinas y parte -presurosa- a la función de cine o teatro.
Como mamá, que nos llevó a ver “Anteojito y Antifaz” y hoy disfruta de "Nemo" con sus nietos: mis hijos.
Los placeres son los mismos. Poder acariciarlos, verlos sonreír y acompañarlos en su tiempo libre, en su crecimiento, con palabras, comentarios y complicidades (como la de desparramarse en una butaca y perderse en las inmensidades de la pantalla, esquivando espadas y violentos cortes de filos irreales, que parecen certeros y relucientes en su metal plateado).
Desde una tarde compartida, entre gaseosas y alfajores, es también posible descubrir el maravilloso sentido de la vida, del ser, y filosofar bajito, junto a los niños que, con mirada inquisidora, cuestionan y responden sobre los eternos conflictos de la existencia, sin tapujos ni frenos.
De esa transparencia, de esa libertad, podemos aprender. De una salida entre piratas, puede resultar el mejor aprendizaje.
Todo depende de cómo aprovechamos el encuentro y cuánto dejemos fluir el diálogo, para así construir los recuerdos del futuro.
Ésos que podrán ser recuperados por Lucas, cuando lleve a su hijo al cine, o se descubra -compinche- frente a la pantalla que exhiba "el Perla Negra" como un clásico de inicios del siglo XXI, estrenado en un ya lejano 2003.
...Y la Historia, las historias, volverán a repetirse.

Destino


¿Habrá tiempo?

“El porvenir no es nada más
que mirar hacia atrás”.
El adiós. Olga Orozco.


De las horas pasadas,
del vertiginoso andar,
al crepúsculo de lo físico,
al punto incierto
que extirpa, succiona,
la última gota de vida.

¿Habrá tiempo:
para verte sonreír,
para oír tu respiración nocturna,
velar tus sueños,
cobijar el delicado cuerpo,
evitar la caída,
el llanto?

¿Habrá tiempo:
para decirte que yo no soy
exactamente aquel que tú conocías,
idealizabas?

Sé que puedes saberlo ya,
pero ¿habrá tiempo
para que yo
exprese mi tesis,
exponga un discurso
tal vez vacío,
aunque pleno
de vacilaciones
y precisiones?

Mirar


MIS PIES


Lánguidos.
Cansados por el camino arduo,
mis pies reposan separados.
Sin botas ni medias ajustadas;
limpios del camuflaje social,
se recuestan venosos a la espera del nuevo día.

Recortados sobre la alfombra, sueñan
que no guían,
que no se agotan.

Musculosos y blancos -ambos-
parecen sin vida.
Es que desoyen al cerebro ágil
y pulen un mañana de ciudad temprana,
de colectivos y subtes.
De formalismo estricto,
de harapos de oficina.

Existencia

PENULTIMA MORADA

Tibia aún
olerá a mí
como el último recuerdo.
Mi silueta
habrá quedado estampada en su fibra.
Un inexplicable e indigno sudario
que, al día siguiente, será enjuagado en LAVE-RAP automático,
purificando para siempre de pecados
los genes dispersos del que fue y ya no es.
Luego, esa sábana almidonada
-con perfume tecnológico-
será doblada sin rastro ni olor humanos;
perfecta en su textura de lino fresco
volverá (suave) al placard de aglomerado.


Mención de Honor - Concurso de Poesía SADE, MERCEDES, BUENOS AIRES, 1990.
SUPLICA


Duermes.
Agazapada detrás del espejo,
aguardas el instante preciso.

¡Suerte! :
¿Quién te ha condenado a serme esquiva?.
Despierta.
Atiende mi llamado.




CALLE VIUDA

Los viudos pueblan una calle
que en mi pueblo llaman Fátima.

Son siete:
dos hombres y cinco mujeres.

Son los viudos de Fátima.
Reunidos en menos de cien metros,
senos dormidos
y brazos ardientes
se exhiben cada tarde
en las veredas húmedas.

Por las noches,
las celosías gastadas
cancelan sus deseos
y despiertan recuerdos conyugales
de otros días.

Son los viudos de Fátima:
cinco mujeres y dos hombres,
cobijados en cien metros de empedrado...
¿Cómo es posible tanta soledad junta?.

Infancia




LAS HORAS MUERTAS


Fiebre.
Racimos de uva que crujen.
El heladero que grita,
allí, afuera...
y yo sin poder salir.
Fiebre por horas.
Veranos encerrado,
a la hora de la siesta...
y el heladero que huye,
que dispara.
Descalzo, busco escapar del barrio,
de la tarde,
de esas horas muertas.
Busco apaciguar la sed,
mis ansias de sabores frescos...
pero el heladero ya no está.
Su bicicleta blanca es sólo un punto
bajo el sol ardiente.
Con mi moneda de un peso,
vuelvo al agobio de la siesta,
al barrio silencioso,
crujiente de uvas.
Tal vez mañana logre alcanzarlo,
si es que primero consigo ese peso maldito,
afiebrado,
que bien puede animar
las horas muertas de una siesta,
de mi siesta interminable.


El pasado


Cuatro Corazones

Tréboles verdes,
de cuatro hojas,
eran los que buscábamos.

En el jardín de otoño
nuestras blancas manos,
descubrían corazones:
cuatro corazones vegetales,
cuatro corazones verdes,
puramente verdes.

Esto dominó otro tiempo.
Un tiempo que el calendario apresurado
se empecinó en borrar.
Y las manos -entonces- dejaron de hurgar;
los tréboles de crecer
y traer la buena suerte.

¿Habrá que volver a buscar tréboles,
tréboles de cuatro hojas,
de cuatro corazones verdes?.
En el jardín de otoño,
despojado de flores y bañado por un suave rocío,
mamá y yo ya no lo hacemos.

Inicial




"Efímero"

"A quienes zurcen con amor
-cada día- mi pobre
corazón de trapo".



Nada es permanente;
nadie es eterno;
todo es efímero, pasajero.
Suelen perdurar imágenes,
palabras,
recuerdos...
Sólo éso,
que no es poco.