Fui un seguidor de Viaje a las Estrellas. La serie. Por TV. De su suerte en el cine, puedo emplear la palabra diversa. Desde un arribo a la pantalla grande que deleitó al público, hasta algunas superproducciones mediocres y de escasa estatura estilística y filosófica. Es que Star Trek no es La Guerra de las Galaxias. No es sólo efectos especiales y vuelos magistrales, diseño, indumentaria y escenas digitales que asombran, o un universo completo, concebido para durar, seducir y demostrar hasta dónde llega el trabajo de un estudio -de una productora-que idea un cosmos para gobernar y cobijar decenas de historias y personajes.
Star Trek fue y será contenido, búsqueda de valores, relaciones afectivas, de poder, e intercambio de conocimientos.
Ciencia Ficción que se animó a abordar temáticas científicas (a veces con singulares errores) sin aburrir.
Con el estreno de la pre-cuela, se narra -de manera muy entretenida- el inicio de la flota interespacial, los primeros vuelos de la Enterprise, la formación del grupo original de tripulantes y, lo que es el nudo del futuro épico de la saga: los problemas de relación (tensa, al principio; complementaria, luego) entre el capitán Kirk -Chris Pine- y el Sr. Spok, en medio de guerras galácticas, planteos morales, insurrecciones y misiones vitales para que el mundo siga su derrotero. Eso sí, un mundo más amplio, interracial, de variadas procedencias y orígenes. Una sociocultura pluralista, con buenos y malos.
El filme está lleno de guiños para los trekes. El asombroso parecido del Spok joven (Zachary Quinto) con el que todos recordamos y vimos envejecer (interpretado, por décadas, por el actor Leonard Nimoy), es uno de ellos; los duelos planteados entre éste y Kirk (el primero, mezcla de vulcano y humano; de razonamiento e inteligencia lógica, pero con sentimientos que afloran, aunque él desee anularlos; el segundo, pura energía y emotividad); las inertervenciones de los restantes técnicos y oficiales de la formidable Enterprise; las batallas y directivas dadas, desde el centro de una cabina con visión circular...
Me emocionó volver a esos planteos, al duelo verbal (y físico) entre el vulcano y un Kirk desafiante y violento que, con el tiempo, irá aprendiendo del que será su inseparable amigo: Spok.
La trama y caligrafía fílmica es atrayente y consistente. Disfrutarán de la peli, tanto los viejos como nuevos fanáticos.
Verla me trajo infinitos recuerdos. El tiempo ha pasado, ver a Nimoy anciano me confirmó que mi barba está blanca y muchos sueños galácticos no se concretaron para bien de la Humanidad. Sin embargo, la tarde lluviosa del sábado 30/5, fue un regalo para aquel Gustavo niño y adolescente.
Dirigió: JJ Abrams. Con Chris Pine y Zachary Quinto, entre otros. G.D.
Star Trek fue y será contenido, búsqueda de valores, relaciones afectivas, de poder, e intercambio de conocimientos.
Ciencia Ficción que se animó a abordar temáticas científicas (a veces con singulares errores) sin aburrir.
Con el estreno de la pre-cuela, se narra -de manera muy entretenida- el inicio de la flota interespacial, los primeros vuelos de la Enterprise, la formación del grupo original de tripulantes y, lo que es el nudo del futuro épico de la saga: los problemas de relación (tensa, al principio; complementaria, luego) entre el capitán Kirk -Chris Pine- y el Sr. Spok, en medio de guerras galácticas, planteos morales, insurrecciones y misiones vitales para que el mundo siga su derrotero. Eso sí, un mundo más amplio, interracial, de variadas procedencias y orígenes. Una sociocultura pluralista, con buenos y malos.
El filme está lleno de guiños para los trekes. El asombroso parecido del Spok joven (Zachary Quinto) con el que todos recordamos y vimos envejecer (interpretado, por décadas, por el actor Leonard Nimoy), es uno de ellos; los duelos planteados entre éste y Kirk (el primero, mezcla de vulcano y humano; de razonamiento e inteligencia lógica, pero con sentimientos que afloran, aunque él desee anularlos; el segundo, pura energía y emotividad); las inertervenciones de los restantes técnicos y oficiales de la formidable Enterprise; las batallas y directivas dadas, desde el centro de una cabina con visión circular...
Me emocionó volver a esos planteos, al duelo verbal (y físico) entre el vulcano y un Kirk desafiante y violento que, con el tiempo, irá aprendiendo del que será su inseparable amigo: Spok.
La trama y caligrafía fílmica es atrayente y consistente. Disfrutarán de la peli, tanto los viejos como nuevos fanáticos.
Verla me trajo infinitos recuerdos. El tiempo ha pasado, ver a Nimoy anciano me confirmó que mi barba está blanca y muchos sueños galácticos no se concretaron para bien de la Humanidad. Sin embargo, la tarde lluviosa del sábado 30/5, fue un regalo para aquel Gustavo niño y adolescente.
Dirigió: JJ Abrams. Con Chris Pine y Zachary Quinto, entre otros. G.D.
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